En el taller de trabajo especializado en tecnología y comunicación, se discutió ampliamente la posibilidad de pensar cuales son las ideas que nos ayudarían a pensar mejor. Se presentaron distintas opiniones bastantes, interesantes y algunas ideas sobre intervenciones y, finalmente, algunas conclusiones sobre el hecho de cómo pensar mejor.
Algunas de las respuestas que distintos empleados dieron. Fueron, por ejemplo, que en cierto punto, las herramientas nos dominan. Se dijo que los adolescentes, generalmente, pueden hacer muchas cosas a la vez; como escribir un mensaje en el celular, escuchar a una profesora, saber lo que esta está diciendo y observar un esquema.
También se dijo que hay que tratar de ser conscientes y lograr nosotros poder dominar esas herramientas pués esta es la era digital y la tecnología debe poder ser utilizada al máximo para que no sean ellas las que nos dominen.
Se afirmo que el cerebro es maleable y que mismo nosotros podemos diseñar la forma en que pensamos, recordamos y nos comunicamos.
Continúo el debate acerca de la idea de aprender de lo que nos sale mal. Fracasar, podría ser una forma de aprendizaje. Hay que tener al fracaso como algo bueno también. Puede ser concebido como parte del crecimiento personal. Nosotros, los humanos, experimentamos todo el tiempo; esa experimentación podría estar relacionada con lo académico, científico y de mas, si valoráramos la experiencia cotidiana como una forma de crear pensamientos. Por ejemplo, la escuela, tendría que poder apoyar ciertas experiencias, ciertas innovaciones para que los alumnos ensayen sus creaciones.
Informarnos no es conocer, todos tenemos una cierta capacidad de almacenar. Aprender es hacer algo con esa información a partir de poder pensarla.
En un determinado punto del taller, se comenzó a discutir el tema de que se presentan grandes dificultades a la hora de asignar el crédito a alguien por los descubrimientos. Lo vemos en el ámbito de las leyes de patentes, en el mundo de los negocios y en nuestra vida cotidiana. Es necesario apreciar el concepto de simultaneidad de los descubrimientos o “descubrimientos caleidoscópicos”. Un ejemplo claro de esto seria, que alguien invente algo pero no tiene el poder ni la capacidad de difundirlo, deberá buscar otro que se encargue de hacerlo, y tal vez un tercero que se encargue de producirlo y así sucesivamente. Los descubrimientos, de alguna forma, van en cadena, es decir, cada uno aporta algo, ya que quizás lo que sabe uno no lo sabe el otro. Es bueno también poder averiguar cómo piensan los demás y pensar a través de otros. El crecimiento urbano es colectivo.
Los empleados concluyeron que ellos y el resto de los seres humanos son inteligentes y pueden lograr grandes cosas si se lo proponen. En esta era tan globalizada, se hace todo un poco más fácil, si es que, no dejamos que esas herramientas nos “controlen”. Sería bueno no creerse tan especiales, poder valorar el principio de incertidumbre, no hay certezas; sabiendo que las máquinas son creadas por los seres humanos que aplicaron sus pensamientos a esos diseños para facilitar determinadas tareas.