domingo, 17 de julio de 2011

“La visita de la vieja dama en profundización con lo grotesco”

       El termino “grotesco”, aparece en la historia del arte para designar a ciertas pinturas ornamentales halladas en Italia a fines del siglo XV, se caracterizo por la presencia de elementos ridículos, chabacanos, vulgares o absurdos y en ciertos casos esto provocaba la contradicción de las leyes naturales. Más allá de las formas que lo grotesco cobra, lo característico es la imposibilidad de establecer los límites entre un orden y otro: lo animal y lo vegetal, el objeto y el hombre, lo real y lo fantástico.
   El grotesco juega con lo cómico y lo trágico, se pone en duda la realidad, suele provocar angustia y también puede hacer llorar o reír a su espectador; por lo tanto, se mezcla lo fantástico y lo real en muchos casos.
   En cuanto el grotesco en el teatro, se origina durante el romanticismo. Se funda con la idea de que el hombre posee una máscara o apariencia que le permite vivir en sociedad, bajo la cual se oculta el verdadero rostro intimo del personaje.

   En la obra “La visita de la vieja damavarias características del grotesco están presentes debido a que es un texto grotesco. Uno de sus rasgos típicos es la deshumanización. Respecto a la mezcla entre lo humano y lo animal, esto se da a notar con Roby y Toby que son los dos personajes que hacían o que Claire Zachanassian les ordenaba.

          Claire Zachanassian: “Desde mi accidente sólo me desplazo en litera. ¡Roby y Toby traedla!”

   Roby y Toby eran dos gángsters de Maniatan, condenados a la silla eléctrica en la cárcel de Sing Sing. Por intercesión de una mujer emperifollada con un gusto atroz, fueron indultados y liberados para trabajar como cargadores de litera. A estos dos, también se los llamaba “mascadores de chicle”.
    Otro caso parecido es el de Koby y Loby, son dos ciegos que pertenecen a la vieja dama, Claire.

    La deshumanización entre el objeto y el hombre se da principalmente con Claire, por ser una especie de mitad máquina y mitad humana.

          Claire Zachanassian: “También yo estoy vieja y gorda y además perdí al pierna izquierda en un accidente de coche. Yo solo viajo en tren expreso. Pero la prótesis es fabulosa ¿no te parece?”

   Por otra parte, otro caso entre objeto y hombre también relacionado con la escenografía es cuando los ciudadanos forman un semicírculo y simulan ser árboles en pequeñas partes de la obra.
   Finalmente, los personajes no tienen nombres propios. Sino que son llamados por sus oficios o apodos. Por ejemplo, se habla de El Policía, El Alcalde, El Pastor, El Ciudadano Primero, etc. Y respecto a los apodos, serían los que la vieja dama les pone tanto a sus maridos como a sus sirvientes: Moby, Roby y Toby y Kobe y Loby. Esto también forma parte de las características del grotesco, no pasa solo en esta obra.

   En relación a la comedia y tragedia, podemos hablar de la muerte de Ill, que es un hecho trágico convertido en comedia. Esto sucede debido a que una muerte es algo trágico pero en el casi de Ill, termina trasformándose en parte de comedia ya que la muerte de Ill hace rico al pueblo de Gullen.
    Los Gullenses se hacen corruptos y terminan matándolo y mintiendo acerca de cómo se dio esa muerte:

         El Médico: “Paro cardíaco”
        El Alcalde: “Ha muerto de alegría”

En lo que dice El Alcalde, también podemos ver cierta ironía.
Finalmente, el autor de la obra, tiene como cosmovisión el mundo llevado por el dinero, en donde la gente no tiene valores.

    En conclusión, en “La visita de la vieja dama”, lo grotesco es la base; está presente en muchos casos de la obra que podemos diferenciar claramente, por lo tanto, se sobreentiende que presenta todas sus características; hay una mascara social, hay deshumanización, hay “animalización” de los personajes, se trata la corrupción, e dinero y de más.

domingo, 10 de julio de 2011

Texto Creativo por Malena Palmieri

Dialogo entre Medea y Yerma sobre la Maternidad.

Medea y Yerma se encuentran en una plaza en frente a los tribunales. Se ponen a conversar debido a que ambas están ahogadas en sus penas.

Medea: ¡Buenas Tardes!

Yerma: Buenas tardes, ¿desea algo?

Medea: Solamente conversar

Yerma: A mí también me vendría bien eso.

Medea: ¿Le pasa algo a usted?

Yerma: Sí, he matado a mi esposo.

Medea: Yo he matado a mis hijos a causa de mi esposo.

Yerma: Increíble. ¿Qué le ha llevado a usted a realizar acto tan atroz? Los hijos son lo mejor que a una mujer le puede pasar… No la comprendo.

Medea: Es complejo. Tuve un esposo y dos hermosos  hijos pero él, Jasón, me ha engañado, se ha ido con otra, con la hija del rey. Obviamente, él no imaginó que, al abandonarme y engañarme, sufriría semejantes consecuencias.

Yerma: ¡Santo dios!  ¿Pero usted cree que a él le ha afectado demasiado el hecho de quedarse sin sus hijos?

Medea: Definitivamente, le quité su descendencia.

Yerma: ¿Y le ha costado?

Medea: Demasiado, pero no me arrepiento, no los podría haber dejado librados a los golpes de una mano hostil. He preferido matarlos yo, que les di la vida y pagar luego con la mía.

Yerma: Nunca había escuchado algo tan terrible en boca de una mujer.

Medea: Y a ti, ¿qué te ha pasado? ¿Por qué  has matado a tu esposo?

Yerma: Fueron muchas cosas las que me llevaron a eso. Yo deseaba tener hijos pero por pertenecer a un modelo de mujer que respetaba las leyes de la sociedad, soporté el esperar que mi esposo me lo diera. Al no poder lograrlo fue tanto mi dolor que sin meditarlo, llena de odio, maté a mi esposo y así, a mis futuros hijos. Mi esposo, Juan,  estaba cómodo con nuestro matrimonio, no necesitaba tener hijos, no le importaba mi deseo. Él no quería que yo salga de nuestra casa, suponía que aislándome ya no desearía, pretendía que me quedara ahí todo el tiempo y para lograrlo puso a sus dos hermanas a vigilarme.

Medea: Qué situación incómoda.

Yerma: Sí, muy incomoda, ellas me ponían de mal humor.
 No nos comunicábamos en nuestra pareja, casi ni hablábamos y eso me hizo sufrir mucho a mí, sin contar que él no me había dicho nunca que no quería tener hijos. Yo lo que más deseaba en la vida era tenerlos pero no por fuera del matrimonio. Eso tenemos en común:  yo no traicioné a mi marido y tu no toleraste la traición.

Medea: Ya veo… A pesar de lo que hice, yo sí deseaba ser madre, amé a mis hijos profundamente, no me arrepiento de haberlos parido. Pero lamentablemente la traición de mi esposo provocó tal dolor que no pude soportarlo.
Discúlpeme, pero ya llega mi hora, debo pagar por el crimen y eso es mejor  que vivir sola y atormentada.

Yerma: Lo lamento, entiendo la situación, yo no sé aún cómo continuar mi vida, también debo pagar por mi crimen.

Medea: Cierto, fue bueno encontrarnos.

Yerma: Es verdad… Hasta siempre...